La electrificación de flotas de vehículos comerciales y ejecutivas es una tendencia creciente, no solo por la necesidad de aumentar la calidad de vida de las personas, sino también por los esfuerzos de alcanzar las metas relacionadas con la mitigación del cambio climático.
La transición hacia la electromovilidad requiere tomar en cuenta que se requiere una transformación total, desde la adaptación de nueva infraestructura, a la aparición de nuevos modelos de vehículos eléctricos, como a la necesidad de rediseñar la organización de la logística en los centros urbanos.
De acuerdo con un reciente comparativo del Departamento de Energía de los Estados Unidos, desde la perspectiva de los costos operativos, es posible realizar ahorros disponiendo de una flota eléctrica en lugar de una alimentada con combustibles fósiles, en un promedio de 3 centavos de dólar por milla.
Por otra parte, con los avances tecnológicos, la paridad del costo total de propiedad entre una flota de combustión y una eléctrica se alcanzaría en el año 2030, refiere un estudio de McKinsey (2017).
Si bien el impulso a la electromovilidad requiere de un fuerte protagonismo de los gobiernos, las grandes empresas y de logística van un paso adelante. De los primeros se requiere que establezcan incentivos, promuevan inversiones y desarrollen un marco normativo adecuado, mientras que las segundas están destinando recursos hacia la electrificación de sus flotas motivadas por cumplir con sus metas de descarbonización.
En este sentido, VEMO ha desarrollado la red de recarga más robusta y confiable en México, soportando más de 30,000 recargas por mes, muchas de los cuales tienen un enfoque multipropósito, para satisfacer la demanda de usuarios individuales como de flotas corporativas.
Y como ejemplo de electrificación y gestión eficaz de parque vehicular, la compañía cuenta con gran capacidad de recarga interna con sus más de 800 vehículos eléctricos en México y Colombia, la segunda flota eléctrica más grande del mundo, operando en plataformas de movilidad con un uso intensivo, recorriendo más de 420 kilómetros diariamente.
Este modelo de negocio ha requerido de amplias capacidades de recarga para poder ofrecer servicios integrados en toda la cadena de valor y para todos los participantes de la industria.
La propuesta de VEMO es la de un ecosistema de movilidad limpia con tres componentes fundamentales: vehículos eléctricos, infraestructura de carga y tecnología de datos para una gestión completa y óptima de cargadores inteligentes y para preservar la vida útil de las baterías.
Impulsando un Futuro más sostenible
La promoción y adopción del transporte eléctrico en el sector de flotas tiene un gran potencial para mejorar el entorno urbano, reducir costos de salud pública, disminuir la contaminación acústica y modernizar la circulación vial en las ciudades.
La visión de un ecosistema de movilidad limpia, basado en vehículos eléctricos, infraestructura de carga y tecnología de datos, es el camino hacia una gestión óptima y sostenible del transporte.
"La electrificación de flotas no es solo una transición hacia un futuro más sostenible, es una revolución en la toda la movilidad que hoy conocemos, esto nos ayudará a optimizar costos y mejorar la calidad de vida en nuestro planeta", mencionó Miguel Peña, Head de Comunicación y Marketing de VEMO.
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