top of page
Foto del escritorMtra. Samantha Lara Sales

Herramientas para velar una cadena de suministro sostenible



Actualmente se habla de sostenibilidad en las empresas, pero, ¿cuáles son las herramientas que se pueden utilizar cuando se toca el tema de cadena de suministro?, siendo ésta una parte importante en la operación de las mismas; ¿cuáles son las actividades que se contemplan para asegurarse que se tiene seguridad e integridad en la misma?.


Existen herramientas que nos apoyan a llevar una cadena de suministro sostenible, entendiendo por cadena de suministro como aquella que “está formada por todas aquellas partes involucradas de manera directa o indirecta en la satisfacción de una solicitud de un cliente. La cadena de suministro incluye no solamente al fabricante y al proveedor, sino también a los transportistas, almacenistas, vendedores al detalle (o menudeo) e incluso a los mismos clientes, según Sunil Chopra.


Como se observa, la cadena de suministro abarca todas las áreas de la empresa, no dejando de lado a factores externos, como pueden ser los proveedores de mis proveedores directos; así como áreas internas, como pueden ser: finanzas, mercadotecnia, operación, comercio exterior, administración, capital humano, entre otros.


Ante un espectro muy amplio de actuación, existen herramientas, entre ellas, las normas ISO (Internacional Organization for Standardization), que son un buen punto de partida, estas normas son elaboradas por la Organización Internacional de Normalización, cuya primordial diligencia es la elaboración de normas técnicas internacionales.


Las normas ISO se apoyan en fundamentos técnicos en la materia que están establecidas, desde salud, medio ambiente, gestión de riesgos, seguridad, entre otros y son excelentes guías que fortalecen la operación empresarial. Existen algunas que son generales, pero otras que en definitiva son específicas tanto para responsabilidad social como para el sector en que se identifique la empresa.


Implementar normas ISO en una organización facilitará el cumplimiento de las metas establecidas por la misma y tendrán un mejor y reforzado sistema de gestión sostenible de la cadena de valor, dependiendo de la operación de la empresa será aplicar la que más se adapte a ella, algunas principales, en el ámbito de las ISO, son:


La ISO 26000:2010 (no certificable), es una guía que ofrece buenas prácticas y recomendaciones en materia de responsabilidad social. Define la estructura, evaluación y acciones de mejora, involucrando a los stakeholders; hace visible la importancia del impacto y mejoras en el desempeño de la responsabilidad social.


Es aplicable a todo tipo de organizaciones, desde el sector público, privado hasta entidades sin fines de lucro, se adaptan a cualquier industria.


Esta norma establece 7 materias fundamentales: derechos humanos, prácticas laborales, gobernabilidad, medio ambiente, prácticas justas de operación, asuntos de consumidores, participación activa y desarrollo de la comunidad.


ISO 20400:2017 (no certificable), orienta a las organizaciones a contar con un proceso de compras sostenibles, está enfocada en aquellas empresas que apuestan por la sostenibilidad en dicho proceso.


Define a las compras sostenibles como aquella compra que tiene el mayor impacto positivo ambiental, social y económico durante todo su ciclo.


Así, el proceso de compra va más allá que tomar decisiones de compra que satisfagan las necesidades de bienes, si no, en determinada manera que beneficie no solo a la organización, sino a la sociedad en su conjunto, mientras minimiza su impacto en el ambiente.


Esta es una de las certificaciones más adaptables a cualquier organización, ya que en todos los casos se tienen compras a proveedores y es aquí donde podemos asegurarnos que las condiciones de los empleados y de sus proveedores sean dignas, que los productos y los servicios adquiridos sean sostenibles, y que las cuestiones socioeconómicas sean íntegras.


Las reglas exigidas por la ISO 20400 deben de ser cumplidas tanto al interior de la organización como por sus proveedores y clientes.


Esta norma también cuenta con 7 materias fundamentales: gobernanza de la organización, derechos humanos, prácticas laborales, medio ambiente, prácticas justas de operación, asuntos de consumidores y participación activa y desarrollo de la comunidad. Y están alineadas con la ISO 26000 de Responsabilidad Social Corporativa, misma que se enlistó anteriormente.


La ISO 20400 está dirigida a organizaciones de cualquier tamaño, independientemente de que sean del sector público, así como del privado, ya que se puede aplicar a prácticamente todas las decisiones de compra, desde adquisición de productos y servicios, hasta contratación de suministros.


Para la ISO 37001:2016 (es certificable); se refiere al sistema de gestión antisoborno; esta norma apoya a las organizaciones a implementar un sistema de gestión contra el soborno, mediante medidas que se implementan para prevenir, detectar y tratarlo.


Se dice que el soborno es una de las formas de corrupción más habituales y cualquier organización debieran contribuir desde el compromiso que toman desde la gobernanza en la adopción de sus valores, transparencia, honestidad e integridad.


En cuanto a la ISO 28000:2021 (es certificable); trata el tema de sistemas de gestión de seguridad de la cadena de suministro; esta especialmente se relaciona con las empresas que realizan comercio exterior.


El fin de contar con sistemas de gestión de seguridad de la cadena de suministro es proteger la mercancía desde el punto de fabricación o venta hasta el punto de llegada al cliente.


Esta norma contempla prácticas para disminuir riesgos en las personas y las mercancías en la cadena de suministro, se gestiona la seguridad, enfocándose en amenazas como el terrorismo, el fraude y la piratería. Es aplicable en empresas de todos los tamaños y en cualquier fase de la cadena de suministro.


En definitiva, se cuenta con variedad en las herramientas de gestión y es por ello que los invito a que sigamos reconociendo a la sostenibilidad como una inversión y no como un gasto, ya que, si se miden los impactos que tienen las acciones en materia de responsabilidad social, seguramente se notarán los resultados positivos respecto a la rentabilidad social.

 

Sobre la autora invitada:


















Mtra. Samantha Lara Sales

Socia fundadora del Despacho CLC & ASOCIADOS

Consultora acreditada en Responsabilidad Social Empresarial por el CEMEFI


13 visualizaciones0 comentarios

Comentários


bottom of page