Desde nuestro punto de vista, una definición práctica sobre lo que es el buen gobierno corporativo, sería saber llevar a la empresa de la mejor manera posible, de manera eficiente, ética, comprometida y con transparencia hacia los objetivos (obvia decir que dichos objetivos deben estar alineados a los los aspectos de responsabilidad social resultantes del análisis de la materialidad) definidos en su estrategia de negocio.
Una definición internacionalmente aceptada es la siguiente: el gobierno corporativo es el sistema que gestiona y controla la empresa. Esta definición pertenece al Informe Cadbury, publicado en 1992, como respuesta a los escándalos corporativos que salpicaron esa época. Ante la incertidumbre sobre lo que realmente estaba pasando en las empresas, las prácticas antiéticas y las gestiones opacas y corruptas de muchos directivos, se comienza a promover un enfoque basado en “cumplir o explicar”. Este informe, como primer referente de gobierno corporativo a nivel internacional (formado por un conjunto de procesos, procedimientos y reglas) distribuye responsabilidades entre diferentes partícipes de la organización y determina cómo deben tomarse. El Informe Cadbury sienta las bases para que de manera sistemática se evite todo tipo fraude y corrupción, se emplee la inteligencia y la ética en la forma de gestionar los negocios.
Una definición de libro, es la que aporta el organismo internacional Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): el objetivo del gobierno corporativo es facilitar la creación de un ambiente de confianza, transparencia y rendición de cuentas necesario para favorecer las inversiones a largo plazo, la estabilidad financiera y la integridad en los negocios. Todo ello contribuirá a un crecimiento más sólido y al desarrollo de sociedades más inclusivas.
Implementar el buen gobierno corporativo en las organizaciones es una eficaz herramienta que te permite:
Reducir los conflictos de interés y alinear los objetivos de los diferentes partícipes de la empresa. Existe una relación positiva entre malas prácticas de gobierno corporativo y casos de impago o fraude. Anteriormente, las agencias de rating tenían más en cuenta la información que aportaban las empresas respecto a criterios de gobernanza, para dar una calificación positiva; ahora, a través de los criterios ASG (Criterios Ambientales, Sociales y de buen Gobierno) también conocidos por sus siglas en inglés ESG (Environmental, Social and Governance), se ofrece una perspectiva integral. Estos criterios están resultando ser un excelente mecanismo de control externo de gobierno corporativo.
Responder a una necesidad imparable del consumidor por conocer cómo son las empresas en las que decide comprar. Los consumidores conscientes somos todos aquellos que elegimos los productos y servicios yendo más allá de su relación calidad-precio, considerando el impacto ambiental y social de las acciones que tienen las empresas en el entorno.
Profesionalizar empresas, por ejemplo, a través de un protocolo familiar se pueden resolver conflictos sobre la sucesión o sobre la participación de la familia política (una vez que has meditado bien con la almohada este hecho) en una organización. Esto sobre todo es un punto interesante para todas esas Pymes que quieren dar el salto pero no saben por dónde empezar o cómo llevarlo a cabo.
Incorporar el gobierno corporativo, no solo con el fin dotar a la empresa de mecanismos jurídicos o de mecanismos de derechos y protección a los accionista y de pensar en exclusiva de crear valor para ellos, sino como algo que dota de valor a todos los grupos de interés, buscando la obtención de resultados económicos pero también ambientales y sociales. Se trata de una visión un poco más amplia, frente a la visión reduccionista.
Todo esto parece que está dirigido a las grandes empresas. Hablar de accionistas, nos lleva a pensar que el gobierno corporativo está hecho para empresas cotizadas, pero, esto no es así.
En México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la empresa Pyme–familiar es el principal generador de empleos y producto interno bruto pues aportan alrededor del 70% del empleo en el país y el 62% del PIB, en el año 2021. En España, según últimos datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo correspondientes al mes de abril de 2022, en España hay 2.938.000 Pymes, contando todas las categorías y constituyen más de 98% del tejido empresarial.
Con estos números, es necesario orientar a las Pymes sobre la necesidad de incorporar el buen gobierno corporativo a su estrategia de negocio. Un primer paso es acudir a instrumentos y herramientas que se han generado desde diversos organismos que sirven de marco de referencia para que empresas más pequeñas puedan integrarlo. Tal es el caso de la “Guía de gobiernos corporativos y principios para empresas no cotizadas en Europa“ de la Asociación Española de Consejeros, cuya lectura, recomendamos encarecidamente, más abajo podrás encontrar el enlace.
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