Continuamos dando lectura a los factores que nos puedan ayudar a potenciar la RSE dentro de la cadena de valor, en aras de dar el salto hacia una organización más productiva, sostenible, competitiva y respetuosa.
En pro de alcanzarlo es preciso:
1. Tener muy claro el escenario presente y futuro en el que se desenvuelve la empresa. Revisar el contexto global en el que está inmersa, y para ello, te recomendamos estudiar las megatendencias y factores que pueden afectar a tu empresa y a los principales grupos de interés.
Isotools, (www.isotools.org) en su blog dedicado a la calidad y la excelencia describe las megatencias como "fuerzas emergentes que tiene impacto significativo en lo que los consumidores van a estar comprando o van a estar adquiriendo en un futuro". Es decir, aquello que va cambiando la forma en que vivimos, que influyen en nuestras decisiones. Entendiendo el presente, podemos predecir las tendencias del futuro.
Si te interesa ahondar mas en este sentido, te recomendamos revisar la siguientes fuentes de información información:
Megatendencias 2022 del Project Management Institute (PMI) enfocado en las tendencias comerciales, geopolíticas y tecnológicas que están revolucionando el mundo empresarial.
KPMG en su página web a través de sus investigaciones, encuestas, análisis, opiniones y publicaciones comenta las tendencias más relevantes del mercado.
Black Rock es una gestora global de inversiones cuya misión es ayudar a cada vez más personas a planificar su futuro financiero considerando criterios de sostenibilidad.
2. Tener una perspectiva holística de la cadena de valor. Entender cómo funciona. Te recomendamos echar un vistazo al excelente video de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) donde se explica de manera fascinante.
3. Identificar el punto más crítico de la cadena de valor; el que te pueda ayudar a generar mayor valor compartido. En este proceso de identificación es muy adecuado revisar cada una de los procesos que se llevan a cabo en la empresa con un pensamiento “no convencional“, es decir, comenzar por mapear los procesos y darles una interpretación “fuera de la caja”: por ejemplo, si las compras en tu organización ocupan un papel nuclear, debes verlas como algo que va mucho más allá de atender plazos de entrega, costos… y trata de involucrar la ética dentro del proceso, puesto que este aspecto te permitirá obtener una estrategia sostenible.
4. Conocer quiénes son los actores que participan en la cadena de valor, desde el suministro de materiales hasta el consumo final por parte del cliente, para entender los impactos que cada uno de estos actores tienen en el negocio. Para ello es necesario llevar a cabo un análisis de la materialidad. Este tiene como meta medir los impactos sociales, ambientales y económicos que una organización tiene en sus grupos de interés, así como las expectativas de los mismos respecto al comportamiento de la organización.
Es tremendamente útil porque permite priorizar los asuntos que para estos grupos son más relevantes. Las empresas suelen actualizar el análisis de la materialidad con el fin de estar en contacto cercano y real con las verdaderas necesidades de los grupos. El resultado de estos análisis se comunicaba a través de Informes de Sostenibilidad y/o Memorias Anuales.
Además, te permite corregir los desequilibrios en la distribución del valor dentro de las cadenas y poder potencializar la cadena en su conjunto. Puede ser que lo que te esté pasando es que estén acaparando una posición ventajosa que vaya en detrimento del resto de actores de la cadena. Trata de reducir el número de intermediarios en la cadena de valor con el fin de limitarla a aquellos que generen valor añadido.
5. Busca desarrollar una cadena de valor inclusiva. La ONU, mediante el ODS 5, solicita que por medio del cumplimiento de diversas metas, las oportunidades entre los géneros se encuentren en igualdad de condiciones.
¿A qué se refiere el aspecto inclusión? a apoyar a generar una mejor distribución de ingreso, a reducir la pobreza, la exclusión social, a apostar por la igualdad, todo en pro de favorecer el crecimiento sostenible de la empresa.
Y, ¿cómo llevar este factor a la práctica de la empresa?
Ayudando a los pequeños productores que se encuentren en condiciones vulnerables. Las cadenas de suministro diversas e inclusivas son potenciadores del desarrollo económico de las comunidades en las que se encuentra la empresa.
Potenciando el rol de las mujeres en las organizaciones desarrollando para ello, planes de aceleración del equilibrio de género.
En la página web de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que te dejamos en las notas que podrás encontrar al terminar la lectura del artículo, podrás localizar mucha información sobre cómo desarrollar una cadena de valor inclusiva.
6. Compartir un lenguaje común puede ayudar a tener una línea concreta de acción entre todos los grupos de interés involucrados, de este modo es más sencillo poder conectarse con academia, gobierno y otras empresas. Este lenguaje común son los ODS de la Agenda 2030 y es un punto de unión que facilita la comunicación fluida con otros interlocutores. De lo que se trata es de buscar un propósito más elevado para todos.
Referencias:
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